Por los años 40, el vecino Héctor Saiud (padre) montaba tranquilamente a caballo por Dardo Rocha, entre Alem y Vicente López. Y no tenía motivos para privarse de ese placer. Al fondo se advierte la bicicletería de Saiud y Baiona. (Imagen gentileza de Héctor J. Saiud, hijo.) |